lunes, 27 de abril de 2009


INTRODUCCIÓN

Se ve y se comprueba que la prostituta no lo es por placer. Ya que muchas veces este “oficio” es su única fuente de manutención tanto para la mujer que lo ejerce, como para los suyos. Por eso, para muchas mujeres el ejercer este “oficio” es humillante, tanto para ellas como para la sociedad en la que viven, a partir de ello, se puede decir que tiene una personalidad humillada ante la sociedad. Todo el mundo la desprecia y las utiliza sólo y únicamente para el placer. Por eso, se ha debatido mucho sobre si el ejercicio de la prostitución es una cuestión de libre elección o no. Pero se ha llegado a comprobar que la mayoría de mujeres prostitutas ejercen el oficio por necesidad, a excepción de muy pocas de ellas que ejercen la prostitución por libertad. Esto lo demuestra claramente este trabajo en sus dos capítulos, tanto y cuanto hablamos de los factores y las causas que condicionan la prostitución de una mujer y el proceso de rehabilitación que tiene la misma.

Para poder afirmar todo esto, nos hemos basado en los libros de SACOTTE, Marcel. La Prostitución. Barcelona: Ed. Fontanella ,1964 y entre otros. Ahora bien, basados en estas bibliografía hemos tratado no de enfocar el problema des de una perspectiva moral, sino un tanto médica y estadística, con la finalidad de que nos lleve a tomar conciencia de los problemas que adolece el mundo de hoy.
PERFIL PSICOLÓGICO DE LA PROSTITUTA

I. FACTORES Y CAUSAS QUE CONDICIONAN LA PROSTITUCIÓN DE UNA MUJER
Dentro las causas y de los factores que impulsan a una mujer hacia la prostitución tenemos muchos, estas y estos, no son sólo físicos, afectivos y psicológicos los que predisponen a una mujer a la prostitución, sino también las condiciones en las que vive, el medio social que la rodea, y no obstante la pérdida del sentido de vida crea un clima favorable para su caída.

Por lo tanto, el camino de una mujer hacia la prostitución, encontramos en efecto, problemas personales, sociales, económicos, familiares, incluso culturales, por eso, trataremos de mostrar cuan importante es tomar en cuenta los siguientes puntos soledad, deficiencia del medio familiar, dificultades de encontrar un trabajo para solventar sus necesidades, necesidad agobiante de dinero y otros...

1) La soledad “es una causa importante por la que una mujer cae en la prostitución”[1]. Muchas féminas han sucumbido, porque, un día se encontraron en un mundo lleno de problemas, dificultades, y fracasos; por lo que al sentirse solas, sin salida de sus duros laberintos, sin empleo y por ende, sin recursos para cubrir sus necesidades buscaron (o buscan) desahogarse en un trabajo que para ellas les es fácil, la prostitución. Muchas veces las mujeres caen en esta “patología” de la sociedad porque no hay nadie quien las valore y las aprecie como personas; no hay nadie quien las haga sentir consideradas tal como son.

En este aspecto, a estas mujeres sólo les acompaña la soledad y la angustia; sólo encuentran la "nada", la infelicidad y una desgraciada condición en un mundo deshumanizado, donde no cuentan con garantías de seguridad y de ser felices. La amargura, el sufrimiento, la tristeza, el llanto, el rencor; sus gritos de soledad abren un horizonte a la pérdida del sentido y como tal la corrupción(prostitución) ofrece su campo de recepción.

Como estas mujeres se encuentran en situaciones difíciles y como son simples viandantes sin dinero, entonces es concebible que sus mismas situaciones o circunstancias determinen sus destinos. Ahora bien, aunque encuentren personas generosas, tropiezan con mayor frecuencia con hombres y mujeres de mala trayectoria que las impulsan al desvío y como éstas se encuentran solas y perdidas(sin horizonte alguno en su vida), no tienen otra salida que hacer lo que sus necesidades las obligan, no tienen más refugio que las calles, los bares, o los miserables hoteles, donde tienen mayor posibilidades de tropezar con hombres pervertidos y mujeres prostitutas que las insinúan a caer en el mismo destino, e incluso las explotan.

2) La huida de la miseria, es otra de las causas que lleva a las mujeres a la prostitución. “La necesidad agobiante de dinero, empleo, y la falta de recursos, sobreviene la miseria”[2] hace que éstas opten por el negocio de su cuerpo ya que ahí las ganancias son fáciles y rápidas. Sin embargo, cuando realizan este “oficio”, su vida a menudo se torna un caos, y es así como se sumergen cada día más en el “vicio” u “oficio” de la prostitución

3) La ausencia de soporte material,. Es también, un factor importante para la caída en la prostitución; esto ocurre tanto en las prostitutas de lujo[3] como en las de una baja categoría[4]. Sin embargo, para las primeras, el gusto por el dinero y el lujo son factores esenciales para sus caídas; mientras que para las segundas frecuentemente sus situaciones de pobreza en las que se encuentran son las que impulsas hacia la caída en la prostitución y las mantiene en ella.

A partir de ello, podemos decir que muchas mujeres que ejercen la prostitución, se encuentran, en efecto, enmarañadas en un círculo de problemas económicos del cual no pueden evadirse. Sin embargo, esto se debe quizá a que casi siempre pertenecen a la categoría de trabajadoras (empleadas) no cualificadas; es decir, no reconocidas reglamentariamente por el Estado.

El desempleo en muchos de los países subdesarrollados e incluso en los desarrollados, hace que las mujeres busquen un trabajo, pero como no encuentran, optan por la prostitución. No porque ellas quieran, sino que su necesidad les hace presa fácil del festín. Y es así como ofrecen el comercio libre de sus cuerpos para hacer frente económicamente a los problemas más inmediatos que las asechan. Ya sea para solventarse ellas mismas o para solventar a una familia que está muriéndose de Hambre. Sin embargo, a muchas de ellas, “esto no les permite salir del dédalo de dificultades que les rodea”[5].Ya sea por la adquisición de hijos no deseados, o en todo caso por ser madres solteras. También hay que recurrir a otros casos. Por ejemplo, muchas veces, estas mujeres están casadas pero el esposo está enfermo, o ellas se han quedado viudas, entonces se ven con la necesidad de encontrar un trabajo que les sea “rentable”, pero como no lo encuentran, optan con mucho dolor entrar en el “oficio”o “trabajo” de la prostitución. Aunque es de poca demanda y poco satisfactorio. Pero, como proporciona ganancias al menos para sobrevivir, ellas lo asumen, porque es su único sustento. Sin embargo, este “empleo” en ocasiones se torna un poco difícil, porque una vez que han caído en él, les es muy dificultoso regresar a la vida normal. Que ellas quisieran tener, porque cuando intentan salir caen con más fuerza dentro de este mundo y es así como se convierten en unas esclavas del comercio sexual.

4) La falta de afecto familiar. Es por esto, que muchas veces las mujeres se prostituyen por el poco afecto que las tienen en le seno familiar y por el poco diálogo que existe en relación para con los padres o en todo caso por la pérdida de alguno de ellos. Esto ocurre permanentemente con las jóvenes, ya “que el porcentaje de las huérfanas de padre y madre, y de pupilas de la asistencia pública, es mínimo y que el relativo a las jóvenes que han perdido prematuramente a su padre o madre, cuyos padres se hayan separado , no es particularmente alto. Por el contrario, se puede afirmar que la caída de una mujer a la prostitución, corresponde casi siempre a un momento de ruptura o de semiruptura con los suyos”.[6] U otras veces, lo hacen también por un deseo de independencia que equivocadamente lo toman como un derecho de libertad para hacer lo que quieran con su vida y con su cuerpo; y como buscan regocijarse en algo, ciega y perdidamente caen en la trampa fácil de ser unas comerciantes de su cuerpo y unas “permisivitas”de sus bajas pasiones. Sin embargo, una de las causas familiares más patentes, es el “machismo” que está impregnado en el seno social y familiar, tanto en la zona rural como urbana.

5) La pérdida del sentido de vida y de los valores. Es cierto, que la degeneración, y pérdida del sentido de vida y de los valores es otra causa para que las mujeres lleguen a la prostitución. Pero, hay que destacar en este orden la ausencia del hogar sano, padres divorciados, violencia familiar, madres solteras, o en todo caso, padres militantes en el campo de la prostitución y otros y otros tipos de oficios de vida. También, la incultura y “la pobreza mental” (no formación educativa), son factores que determinan la autovaloración personal como social de una persona, por eso, cuando estos aspectos son carentes en la vida de una persona, se es presa fácil para caer en cualquier tipo de corrupción.

Por otro lado, cabe señalar que muchas veces hay prostitutas que no toman conciencia de su ser prostitutas y tan sólo dicen ser damas de compañía.[7] O en todo caso son mujeres en busca de placer, sin embargo, esta búsqueda radica no en el sexo, sino sólo y exclusivamente en el dinero. Pero, también, ahora vale tener en cuenta que si busca su placer sexual "trata de buscarlo en algunas personas de relación más humana y personalizada, incluso, o a veces de tipo homosexual como reacción a la agresión varonil" [8]. Pero no hay que pensar por eso que la prostituta no ama o que no está dotada de capacidad afectiva. Pues la prostituta es también sensible a la maternidad y a la inocencia de los niños. "sabe amar en ocasiones...dentro de un contexto diferente al de la prostitución. Y, si llega a tener hijos, puede amarlos, se preocupa por ellos y procura darles un tipo de vida diferente a las suya" [9]. No obstante, son también muy sensibles al cariño desinteresado y a los pequeños detalles de aprecio que las brindan muchos de los clientes buenos o las personas que viven en su entorno, ya sea familiar o social.

Algunas prostitutas presentan un cuadro típico de "debilidad mental", no sólo por la falta de cultura sino también por motivos más profundos y estructurales. Es decir, por ser carentes de una buena educación tanto familiar como social, caen fácilmente en las redes de la prostitución, o en todo caso porque no tienen una autoestima y personalidad bien desarrollada desde su infancia. Por lo tanto, esto sucede con mayor frecuencia en las mujeres que se prostituyen en edades precoces; quienes buscan una fuga, es decir, huir de un mudo hostil e intolerante; por ejemplo, las mujeres que se prostituyen por obligación de sus necesidades, quienes buscan al mismo tiempo una libertad sexual igual que a la del hombre; o, en otras ocasiones, se prostituyen por venganza familiar, ya sea en contra de los padres o del marido.

6) Causas sociales. Por otro lado, cabe resaltar el papel que juega el ambiente social contemporáneo dentro de la vida de cada ser humano. Por lo tanto, aquí, hay que señalar la mentalidad sensualista de la sociedad industrializada, en la que las relaciones sexuales (genitales) son reducidas a productos comerciales. Y es así, como se toma a la mujer como un objeto más de uso y no como el sujeto que es. Éste tipo de mentalidad, influye enormemente en la opción que muchas mujeres hacen por la prostitución y el modo de ejercerla.

Debe señalarse, que por otro lado, con independencia de las razones individuales y subjetivas que llevan a las mujeres al ejercicio de la prostitución, hay una causa social objetiva y poderosa, que a nuestro entender debe ser destacada en letras grandes, y “es la existencia de clientes en abundancia. Si la cifra que se da es cierta, un millón de hombres acuden cada día en el Estado español a los servicios sexuales de prostitutas, sin contar las enormes cifras del turismo sexual realizado en los paraísos de la prostitución. Si hay un millón de hombres dispuestos a pagar por un servicio sexual y sólo un 40% de la población femenina en edad de trabajar, figura como activa en la EPA. Entonces, esto conlleva a que la prostitución sea más efectiva, es decir, las mujeres más propensas a la prostitución son las mujeres jóvenes e incluso niñas.”[10]

II. REHABILITACIÓN.

La rehabilitación es muy difícil pero posible. Hay que rechazar por injusta y falsa la convicción de que no vale la pena hacer nada porque “lo llevan en la sangre”. Esta idea es una de las mayores dificultades con que se tropieza en la labor de recuperación. Por otra parte es inadmisible la consideración del problema de la prostitución desde un punto de vista exclusivamente sociológico, sino también desde un punto de vista psicológico. En cualquiera de los casos no podría tener ningún sentido hablar de rehabilitación. En síntesis podríamos establecer los siguientes criterios pedagógicos que consideramos necesarios.

1.- Sensibilizar la opinión pública de una manera objetiva y humana sin ideas preconcebidas ni intereses creados. Esto implica poner en manifiesto las causas profundas e históricas del fenómeno sin miedo a desenmascarar las vergonzosas implicaciones políticas y financieras que han convertido a la prostitución en un tabú del que apenas se puede hablar diciendo la verdad. Hoy es necesario sensibilizar a la gente informándola y educándola, para que cada cual asuma su parte de responsabilidad en "este indigno comercio, que con toda razón puede considerarse como la forma más degradante de la esclavitud contemporánea y vergüenza de la sociedad" [11].

2.- Proteger por todos los medios la familia estable y armoniosa de suerte, que los hijos sean aceptados y amados desde el momento mismo en que los padres son conscientes de haberlos engendrado. "si todos los niños de la tierra - son palabras de una prostituta por medio de un reportaje de América Televisión - tuviesen una verdadera madre y un verdadero padre, no habría mujeres como nosotras, ni "clientes" ni protectores. Es la familia la que debe cambiar nuestra situación"[12].

4.- Entrega absoluta y desinteresada por parte del personal educativo y trato individualizado con cada mujer. Toda mujer explotada sexualmente exige ante todo cariño y comprensión, o, lo que es igual, una estima sincera de su persona, evitando juicios recriminatorios sobre su conducta. Nadie como ella misma conoce los límites entre la debilidad humana y la perversión moral.

5.- Es necesario crear un plan de rehabilitación en pequeñas residencias con escasa reglamentación, vida de trabajo, clima familiar con personal entregado sin reservas profesionales, puede concebirse sistemáticamente en tres etapas fundamentales:

a) Etapa de equilibrio. La mujer se serena y empieza a tomar nuevo gusto por la vida. Sobretodo, empieza a tener amor por su vida y por su cuerpo. Su autoestima empieza a ser un poco elevada, para ello, es vital que se le vaya prestando una ayuda terapéutica paulatina. Ya que de esa manera, ella pude saber con mayor facilidad que aún es útil para la sociedad. Y sobretodo es útil para si misma, es decir, si se deja ayudar empezará ha sentirse mujer amada, aceptada, útil y querida por todos.

b) Etapa intermedia.- la mujer va tomando conciencia de que se encuentra en una casa normal donde su vida íntima es celosamente respetada y los estigmas psicológicos de la prostitución pierde importancia. Con la nueva convivencia se enriquece poderosamente su personalidad, y los sentimientos de soledad quedan muy compensados. Por eso, es importantísimo la vida comunitaria en la rehabilitación, porque dentro de ella, se genera un clima de intimidad familiar que quizá en ningún momento la tuvieron, además fortalece al máximo su autoestima y su personalidad. Porque se descubren unas a otras y contrastan sus experiencias y desventuras con resultados altamente positivos de los que ni ellas mismas se dan cuenta. Este proceso es importante porque ayuda a las mujeres que han sido prostitutas a recobrar su identidad personal.

c) La marcha definitiva.- La mujer ha recuperado el mínimo necesario de su dignidad humana para reintegrase a la vida normal ciudadana afrontando de nuevo sus avatares. Si todo ha ido bien esta marcha es de hecho definitiva. Sin embargo, para ello, ella tiene que ser ayudada por personajes externos y por su propia familia. Sobretodo, debe exigir, si es que han sido violados sus derechos, la corrección inmediata de los mismo. Por lo tanto, este trabajo compete, tanto al estado, sociedad y en especial a la familia de cada ser humano.

CONCLUSIÓN
Después, de haber presentado minuciosamente el tema: los factores y las causas que condicionan a una mujer para que ejerza la prostitución y por ende el proceso que demanda su rehabilitación, nos atrevemos a dar las siguientes conclusiones.
Toda mujer prostituta no ejerce la prostitución por su propia libertad, sino que está condicionada a un sinnúmero de necesidades, tanto económicas, como afectivas. Por eso, Una causa importante para que la mujer caiga en la prostitución es la soledad, es decir, por este estado de ánimo, la mujer prostituta un día se sintió sola y quizá lo único que pudo encontrar en medio de esa soledad fue más soledad, y un poco por desahogarse se refugió en la prostitución. Otra de las causas, es la carencia de bienes materiales hace que muchas mujeres se prostituyan, aunque en este ejercicio ponen a riesgo su vida, pero como ellas mismas dicen: “de algo tengo que vivir, sino me muero de hambre, yo y los míos”. Y finalmente, una de las causas más latentes en la sociedad actual, es la carencia de hogares sanos. Esto hace que muchas mujeres, incluso niñas se prostituyan ya sea por “venganza familiar” o en todo caso porque son obligadas por la misma familia.
Para que se logre una buena rehabilitación debemos enfatizar en la conscientización, tanto de la sociedad, como de la misma prostituta prestandola una ayuda terapéutica adecuada, sobretodo hacerle recobrar su dignidad de persona ante la sociedad y ante ella misma. Es decir, debemos ayudar a estas mujeres, que sean nuevamente mujeres.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

SACOTTE, Marcel. La Prostitución. Barcelona: Fontanella 1964.

2. MORTELANO, Antonio, "Problemas actuales de moral". T. II: Sígueme. Salamanca 1982.

3. ROSSI, L - VALSCCHI. Ambrogio, Diccionario Enciclopédico de Teología Moral:. Paulinas. Madrid, 1974.

4. Reportaje de América TV, Cuarto Poder, febrero del 2004.

XXIII Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas, “Mujeres 2000, Igualdad
de Género, Desarrollo y Paz para el siglo XXI”. New York, junio 2000.


[1] SACOTTE, Marcel. La Prostitución. Barcelona: Ed. Fontanella 1964, página 37.
[2] SACOTTE, Marcel. La Prostitución. Barcelona: Ed. Fontanella 1964, página 38
[3] Son aquellas prostitutas que realizan sus oficios de prostitución en grandes bufets o departamentos residenciales. Y estas tan sólo son asequibles a clientes de un nivel económico elevado.
[4] Son aquellas prostitutas comunes, estas desempeñan su oficio en los lugares de baja categoría económica.
[5] SACOTTE, Marcel. La Prostitución. Barcelona: Ed. Fontanella 1964, página 40
[6] SACOTTE, Marcel. La Prostitución. Barcelona: Ed. Fontanella 1964, página 42
[7] Las damas de compañía son comúnmente mujeres prostitutas que no aceptan que se les diga prostitutas, porque, según ellas son tan solo acompañantes, pero por ese acompañamiento que ellas realizan cobran, incluso, tienen sexo con su cliente. Por lo tanto, son prostitutas, aunque ellas no lo acepten.
[8] MORTELANO, Antonio, "Problemas actuales de moral". T. II. Ed. Sígueme, Salamanca, pp. 577.
[9] MORTELANO, Antonio, "Problemas actuales de moral". T. II. Sígueme, Salamanca, pp. 577.
[10] XXIII Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas. “Mujeres 2000, Igualdad de Género, Desarrollo y Paz para el siglo XXI”. New York, junio 2000.
[11] ROSSI, L - VALSCCHI. Ambrogio, Diccionario Enciclopédico de Teología Moral. Ed. Paulinas. Madrid, 1974, 887
[12] Reportaje de América TV. Cuarto Poder, febrero del 2004

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