domingo, 7 de junio de 2009

El genocidio de Alan: "El hombre es lobo para el propio hombre" (Hobbes)

La situación de pobreza en el Perú es una atenuante de la crisis desatada estos últimos cincuenta días en la amazonía. Los departamentos o regiones de Amazonas, San Martín, Loreto y Madre de Dios, están catalogadas como centros de pobreza y exclusión racial y social, porque tienen una multiplicidad étnica y cultural. Los habitantes colonos tienen como único medio de sustento económico la agricultura, y los nativos caza y pesca. A raíz de esto me pregunto: ¿Por qué el gobierno central de nuestro país tiene tanto interés en la amazonía peruana? ¿Qué le esta moviendo para que actúe como lo hizo el día viernes en las localidades de Bagua Grande y Bagua Capital? ¿Son los intereses del pueblo y de los pobres los que están siendo defendidos por el gobierno de turno o que intereses están ocultos? El gobierno central, el poder ejecutivo y legislativo, tengo entendido que ha sido elegido para representar al pueblo y sus intereses, no para hacer prevalecer sus intereses en pro del desarrollo y de la lucha contra lo pobreza. Es absurdo que el presidente de estado se manifieste en un mensaje a la nación solamente representando unos intereses particulares y no los intereses de los peruanos. Los peruanos lo hemos elegido para que represente a nuestro pueblo, nuestros intereses; no para que haga de nuestra nación su gallinero y venda todo al mejor postor sin tener en cuenta la dignidad, la propiedad y la libertad de los pobladores que por derecho constitucional y humano les corresponde.
Los intereses que hay detrás de esta situación caótica son meramente económicos y parcializan la economía por sobre la dignidad humana. La amazonía está concesionada a las empresas madereras y mineras, que ahora exigen al gobierno central la aplicación de los contratos vigentes, y en razón de esta exigencia el gobierno actúa de forma despótica y dictatorial sin tener en cuenta el dialogo y los intereses de todos los peruanos. Se aduce que el “Perú no puede parar” por unos revoltosos. Me pregunto: ¿será cierto eso? ¿Acaso los revoltosos nada más tienen la culpa de la ingobernabilidad del país? Falso, el gobierno de turno no es capaz de ver más allá de lima y más allá de la oficina. Los pueblos indígenas carecen de presencia de estado en sus localidades, la mayoría de ellas no tienen acceso digno a la educación, salud, vivienda, crédito, etc., el estado no se preocupa por hacer de estos pueblos unos a gentes de progreso y desarrollo en la cultura y no al margen de ella.
El fruto de ese caos social y político se plasmó el día viernes cinco de junio del 2009 con la muerte de peruanos como nosotros, y digo peruanos como nosotros porque nuestros hermanos nativos y policías son peruanos y han dejando dolidas y enlutadas a más de cuarenta familias. ¿Es justa esta demagogia política? ¿Por qué peruanos se tienen que matar entre peruanos? ¿Por qué se tiene que enlutar a familias inocentes? ¿Cómo podemos hacer una patria libre, comprometida y solidaria con una ineficacia política como la que patenta el gobierno de turno? La respuesta lo tenemos todos y creo que hemos elegido a personas para representen a personas, no a empresas para que representen sus negocios.
Es lamentable todo lo que ha pasado y aún lo que sigue pasando en nuestro país, por eso hoy más que nunca es urgente un llamado al dialogo, a la concordia y a la paz duradera que se base en justicia, amor y solidaridad para todos tengamos una vida digna y no infrahumana por el hecho de ser nativo o provinciano. No se puede permitir en el país que la brecha entre ricos y pobres, entre indígenas y colonos, entre serranos, costeños y selváticos aumente cada día más. ¡No a la exclusión! ¡No a los intereses solamente económicos! ¡No al partidismo!, porque en una democracia no manda el más fuerte, el que tiene mas, o el que más policías o indígenas mata, sino aquel que es fiel a la voluntad general que lo ha elegido y que responde al bien común y no al particular. Los peruanos no somos lobos para los propios peruanos, no nos podemos depredar, sino amar y dar la vida para que la justicia sea el emblema de nuestra patria y de nuestros pueblos indios y colonos.